viernes, 25 de julio de 2008
Mixed up
jueves, 17 de julio de 2008
Los amantes especiales
domingo, 13 de julio de 2008
Mickey es gay, Mickey es gay...
Y ya vamos con el último. Supongo que ir tan retrasado este año me supone un grato recordatorio de lo que fue esa semana para mí, y mejor hacerlo ahora que durante. Además, sé que hay gente que ya se ha olvidado completamente del tema pero que seguro que le gusta recordarlo también (y, mientras actualizaba esto, he comprobado que don otto también sigue publicando sobre el tema, por lo que está en mi misma onda, en todos los sentidos, menos en el de la vigo ;P ). Y antes que nada, aclarar que sí, estoy enamorado, o muy pillado o como lo queráis llamar, pero que NO tengo novio, lo digo por todos los que me habéis escrito al mail, o me habéis mensajeado o llamado. Pero esta vez no soy yo el que ha tomado esta decisión, sino que me he encontrado con alguien que me pone las cosas difíciles, pero que lo respeto, porque cada cuál tiene su vida y si la de Él es complicada (aún más que la mía), yo tengo que aceptar o irme. Decido apostar y acepto. Es lo que me pide el cuerpo (vaale, me lo pide el corazón).
El sábado implicaba comida, desfile y fiesta. Justo el día en que ya no te quedan fuerzas es cuando tienes que levantarte antes. Pero merece la pena, sobretodo cuando la primera voz que escucho nada más levantarme es la Suya. Me llamó recién abrió los ojos y ya nos organizamos en cómo nos podíamos ver. Quedé con Esti y con Raquel, ya que los demás vendrían un poco más tarde (o bastante más tarde, como al final fue). Yo aún seguía con el agobio del día anterior y había decidido no llamar a nadie en todo el día. Quien quisiera, que me llamara a mí. Y así fue.
Comimos en el Barrio junto a Tello, que por fin lo conocí y que ya desde ese día forma parte de mi cantera de amigos y empezamos desde bien prontito con los minis. Aquí llegó el dilema. Estábamos invitados a subir a la carroza del Fula, pero sólo nosotros cuatro. Ya llevábamos las camisetas naranjas por si acaso y para mí fue duro. Aunque había decidido no llamar a nadie, no quería dejar a ningún amigo plantado para cuando me llamaran. Decidimos no subir pero aún así fuimos a la calle Alfonso XII para ver la carroza, a la gente y a Él, que estaba también por ahí.
Así estaba el ambiente antes de comenzar el desfile, junto al Retiro. Por petición popular tengo que publicar este vídeo. Y es que el movimiento de cabeza tipo ave rapaz de Raquel no tiene precio XD
Junto a la carroza del Fula me encontré con mi actor fetiche, Javier Pereira, que aunque le conocía desde que apareció en la TV por primera vez, descubrí lo buen actor que es gracias a "Tu vida en 65 minutos", donde me fascinó y me sorprendió su naturalidad. Justo cuando le estaba saludando e iba a empezar a idolatrarle, el amigo que tenía al lado pronunció mi nombre y apellidos. Qué sorpresón, era Ruy! Ahora Rodrigo Sorogoyen, que dirigió hace unos meses la peli "9 citas", en la que actúa mi querido Javi Pereira, y que estudió conmigo el C.O.U. Como la última vez que lo vi aún no se había estrenado la peli, no había podido darle la enhorabuena y fue un subidón. Encima, al lado de ellos estaba Jesús, otro compi mío de clase. Pude hablar de muchas cosas con mi actor preferido, incluso de proyectos, aunque luego nos veríamos durante toda la tarde y noche y dio tiempo para mucho más. Además, vi a Él, me abrazó, bajó de la carroza para estar conmigo un rato y conocí a mucha gente más de su entorno. En la foto, con Ruy Sorogoyen (no os lancéis, que es hetero) y Jesús a mi derecha, y a mi izquierda Javier Pereira.
Y aquí los carteles de la visibilidad lésbica de la manifestación, creados por mi prima Miriam.
En cuanto empezó todo ya me empecé a arrepentir de no haber subido a la carroza, y más cuando comprobé que los demás no respondían, no venían, o iban a llegar muuuy tarde. Eso me pasa por pensar antes en los demás que en mí mismo. Pero nosotros seguimos con la fiesta, nos fuimos a nuestra esquina en Gran Vía, como todos los años (y no, no es Montera), y no paramos de bailar y beber en mucho tiempo, todo al ritmo de "Mickey es gay, Mickey es gay, Mickey es gay y todos lo sabéis", debido a esos pins que nos trajo Ru Ru de Orlando y que encabezan la entrada. También apareció por ahí Fer, un amiguete de Mallorca de hace tiempo y que aparece en la foto conmigo y con Mof, que ya había llegado (y que acaba de llegar justo ahora y que encima me dice que cómo pongo eso de que tengo que pensar en mí mismo, habló el señorito!). Se unió Ros, el amigo italiano de Tello, y enseguida era uno más. Llegó la carroza del Fula y, como es costumbre, les seguimos. Javi Pereira me hizo una foto desde la carroza con su cámara, y yo se la hice a él. También estaban Maite y Susana, dándolo todo y luego nos hicieron otras personas una foto desde la carroza, una de mis fotos favoritas.
A la altura de Callao decidimos abandonar y nos metimos a comer algo en un bar, y por supuesto, a beber más. La carroza del Fula era la número 11, eso quiere decir que nos perdimos el resto, unas 28 más, pero mereció la pena y ya eran las diez de la noche. Ya empezaron a llegar los demás, Ru Ru, Mof, que volvió, y muchos más, como Dani, Luisa, Felipe, Hugo y su espectacular chica, Manu, también decidieron venir Rub e Irene y mucha más gente.
Me perdí al Galisteo, pero en estos momentos de mi vida, y tal como iba con mi melopea, se me pasó. De camino a la Plaza del Rey, que fue como nuestro santuario esta semana, no podíamos pasar por ningún lado, y en plena plaza de Vázquez de Mella tuvimos que hacer teatro y Esti se hizo la borracha etílica y tuvimos que escoltarla. Gracias a eso la gente hizo un gran pasillo y pasamos tan campantes. Me meo con mi Estivi (como la llama Tello)!
Ya instalados pude estar tranquilamente con Él, con sus amigos, con los míos, con toda la gente, y bailando sin parar. Cuando terminó la movida en las plazas unos se fueron para el Fula, otros a casa, y yo me fui a la fiesta LesMadrid en la sala Florida Park del Retiro con Él, que me pasaba en lista. La foto que logré no es muy buena pero se respiraba muy buen ambiente, y no sólo lésbico. Final de noche perfecto, aunque estábamos matados, pero dulcemente felices.
Y no, no me resigné a terminar ese día. La fiesta montada el domingo en todas las plazas era flipante. La gente parecía no estar cansada, aunque había muchos que no habían dormido nada. Después de ver el partido de Nadal y su final de Wimbledon me dirigí a la plaza de Chueca y estuve un rato muy breve con Proudstar, Peibols, Rafa, Felipe, Mof y demás gente. Pero yo había quedado con Paco y con Curro para darlo todo en Vázquez de Mella, con esa música tecno que tanto detesto pero que cada vez disfruto más. Esa noche dormí como un ángel. Y ya, sí que sí, se terminó todo. Hasta el año que viene, que como siempre digo, será mi último año (aunque no lo cumpliré, supongo).
Espero que no se os haya hecho muy largo, aunque a muchos os conozco, que sólo véis las fotos!
lunes, 7 de julio de 2008
Piensa en Arco Iris
Y llegó el miércoles, uno de los mejores días, por no decir EL DÍA. Esa noche marcó un antes y un después, no sólo en la semana del orgullo sino en mi persona. Congregamos a bastante gente, estuvo de fábula, aún se podía respirar en el Barrio y aunque éramos tropecientos pudimos movernos de un lado a otro sin que se perdiera nadie. Ya ni recuerdo todo lo que hicimos pero fue una pasada. Cuando nos retiramos de la calle fuimos al Fula, casi nuestro segundo hogar y allí estaba Él "me miras, sonríes y no sé si acercarme...". Estaba con una chica y fui a preguntarles con todo mi morro si eran pareja y heterosexuales. Me dijeron que eran amigos y que la segunda pregunta era difícil de contestar. Eso me lo dijo todo. Luego Él pasó por mi espalda un par de veces y se disculpó por moverme. Le dije que lo podría hacer siempre que quisiera. Sonrió -me mata su sonrisa-. Me dijo que cuando quería repetirlo. "Hoy, mañana, siempre", le dije yo. "Mejor mañana", contestó Él. Pero acto seguido sus amigos le preguntaron que a dónde iban. Él dijo "yo voy donde vaya Dan" -me mató por segunda vez-. El resto de la historia es igual de bonita pero bastante larga, sólo decir que a partir de ese momento el resto del mundo desapareció para mí, sobretodo el resto de los tíos. Durante toda la semana no volví a mirar a nadie más -y aún sigo sin hacerlo-. No estoy acostumbrado a sentirme así por lo que esta sensación casi casi que es nueva para mí y no sé muy bien cómo reaccionar, es algo precioso, pero a la vez muy doloroso. Y es que no es oro todo lo que reluce. El poder que dicen que tengo murió en ese momento. Pero eso es otra historia.
Nos vamos al jueves. Por fin mi querida Crispu se vino a las fiestas, acompañada de Mila, de Rub, de la Urux, su marido, y de Kevin, un elemento americano. Luego llegaron los demás. Apareció el sevillano, la última persona por la que sentí algo fuerte y que ya os he contado que pasó de mí después de una mini-historia estupenda. Pues bien, ese día, de repente, quería algo más. Supongo que es normal que cuando te pillas y no ves más allá de lo que tienes en ese momento para los demás es un imán. Me ralló, justo en ese momento quería más, cuando había conocido a Él. Quise probarme, comprobar mis sentimientos, pero ante mi negativa el sevillano desapareció. Quedamos con Él, allí estaba con sus amigos y con su sonrisa. De nuevo volvimos con la historia. El Barrio se iba llenando cada vez más pero yo no lo sentía, estaba feliz. La forma en la que me mira me desmorona. Acabamos la noche de nuevo, fenomenal.
Y llegamos al viernes (el resto lo dejo para el último post). Ru Ru y yo quedamos temprano y abrimos nuestras Absolut Colours (que él mismo me había regalado un mes antes) viendo la elección del Mr Gay Pride (o lo que pudimos ver). Llegó mucha gente, me reencontré con Manu, gracias a que había quedado con Dani y se había encontrado con Mila en el metro y dejé de ser un estúpido con nuestra amistad y nos abrazamos como hacía mucho que no lo hacíamos. Y llegó más gente, como algunas blogstars como Shhhh! y Adidas, que me avisó que Él acababa de llegar a la plaza. Se fue enseguida, con la promesa de que nos veríamos en menos de media hora. Llegó un momento en el que perdí los nervios, la orientación, la batería y ya no podía controlar dónde estaban todos, fue un auténtico caos, pero salimos adelante. A mí me dio el bajón por muchos motivos, no me gusta perder el control ni no poder conseguir que todo el mundo esté agusto. Ni siquiera Él, cuando nos volvimos a ver, ni su mirada, ni su sonrisa, consiguieron que mejorara mi estado (por supuesto, yo seguía dentro de la nube a su lado, por lo que decir que estaba MUY mal sería una mentira). Tanto que me propuso ir a una fiesta con sus amigos y le dejé ir porque me apetecía descansar y serenarme. El día siguiente sería el más duro, unas 16 horas seguidas sin parar, pero que empezó bien gracias a que nada más levantarme recibí Su llamada y continuó mucho mejor, algo que os contaré en el siguiente.
Siento que la crónica se haya vuelto algo más personal, pero espero que las fotos os sirvan de algo y os hagáis una idea de todo lo que se cocía en las fiestas. Fiestas en las que no he sido un golfo como a mí me gusta, pero que he disfrutado igual o más que el año pasado. Ya las echo de menos, desde el mismo domingo y estoy deseando que vuelvan.
Nos vemos bien pronto!
miércoles, 2 de julio de 2008
Orgullo
Por primera vez no utilizo esta palabra para hablar de mi homosexualidad, sino de la Selección española y, por supuesto, de toda la fiesta que eso ha traído, haciendo bastante sombra a las fiestas gay que han empezado esta semana. Me encantó ver el partido con Mof, Mon, Nur y con Cop, que es colombiano y que llegó pasando de todo, pero que acabó tirándose al suelo cada vez que nos acercábamos a la portería enemiga y que lo celebró como el que más. PU-DI-MOS!