miércoles, 1 de agosto de 2007

6 Amexmonths



Y ya van seis. Y espero que sean muchos más. Son 6 meses en los que han pasado muchas cosas, 6 meses que empezaron de la peor forma, pero que finalmente puedo afirmar que se puede hacer un balance muy positivo.

Hace 6 meses me llevaba medio a matar con mis padres (tema exnovia, "tomas drogas?", "no sé cómo puedes ser feliz si te gustan los chicos", la famosa "ojalá mañana me levante y vuelvas a ser normal", etc.), trabajaba en una empresa que da asco y no me salían otras cosas, empecé el proceso de mudanza (que aunque lo deseaba, estas cosas nunca son fáciles), perdí a tres de mis mejores amigos (de hecho mi mejor amigo hasta se fue de la ciudad) y para rematar, mi exnovia me lapidó para siempre y me dejó mi novio fantasma, el único novio que he tenido en mi vida.

Las cosas empezaron a cambiar cuando me llamaron de mi actual trabajo y en cuestión de unos días ya había dejado el anterior y había empezado en éste. Durante mi primera semana no me sentí nada agusto, estuve buscando otras cosas, me aburría, me resultaba todo demasiado corporativo (sobretodo las personas que trabajaban -y trabajan- conmigo) y a veces me sentía como en una cárcel. Vamos, que entre esto y todo lo demás que me estaba pasando acabé refugiandome un poco en el alcohol, como buen protagonista de culebrón que soy. Bebía todos los días, lo hacía para olvidar, y en realidad lo único que hacía era recordar más. Nunca en mi vida había sido bebedor y de repente la botella era mi mejor amiga, tanto que hasta cuando empezaron a mejorar las cosas yo seguía sin separarme de ella (no sólo era que no tuviera internet por lo que no actualicé durante 3 meses, os aseguro que este blog habría sido peor que la página de esquelas de cualquier periódico). El caso es que cuando mi hermano y muchos amigos se empezaron a preocupar por mí, yo también me empecé a preocupar. Al menos fui consciente de lo que estaba haciendo y no me lo negué, por lo que no me fue excesivamente difícil dejar el mal hábito y no tuve que ingresar en AA.

Esto me recuerda al día en que salí del horfanato... BASTA YA!! No más desgracias en este post, jaja. En serio, en realidad esta entrada va dedicada a mi aniversario de medio año en la empresa y no sé por qué os he llegado a contar tanto. Y, desde luego, lo del horfanato era una sátira hacia mí mismo, si mis padres hubieran sabido que era gay cuando nací me habrían abandonado allí sin pensarselo dos veces (por supuesto, cuando todo se asimiló en casa vuelvo a ser muy querido).

Lo que iba diciendo, después de poco tiempo en este trabajo descubrí que era una secta, pero lo descubrí cuando ya estaba dentro de ella, cuando era uno más. Y eso es sensacional, creo que no me había sentido tan agusto en un trabajo en mi vida (podría exceptuar mis años en radio si me hubiesen pagado mejor). La mecánica de trabajo me encanta y los compañeros son estupendos. De hecho, varios de esos compañeros forman parte de mi vida diaria y de mi corazón, tanto dentro como fuera de la empresa.



La semana pasada fuimos a celebrar mis 6 meses (mentiraaaa, fuimos a la cena de empresa veraniega) a un restaurante brasileiro muy conocido. Nos reunimos casi todos, no como compañeros sino como amigos, aunque -repito- fuera cena de empresa y PAGARA la empresa.


Aquí mis supervisoras "Our Conch" y Mónica M., mi mami y también Dana, que me formó en la empresa.

Aquí está Vic en primera plana, luego Walter, César T. y Felipe.


Aquí muestan su jeta y hacen gestos raros (cómo no me va a gustar estar trabajando con ellos)mis supervisores Jaime, mi papi, y Juan, y más adelante mi jefe Enrique, Cop, y el hombre por el que practicamente todos estos esperpénticos freaks (entre los que me incluyo yo, por supuesto), estamos en la empresa, César C.


La primera sorpresa llegó cuando, nada más sentarnos, descubro que nuestro camarero, un bellezón venzolano, es mi "amigoytodolodemás" Álex. Nos saludamos sonrientes aunque un tanto cortados ya que cada uno "estaba" con su empresa. Por supuesto, no hizo falta comentar nada a nadie para que los rumores avanzaran como relámpagos por la mesa.


La segunda sorpresa llegó cuando Álex se me acerca cuando estoy en el buffet para hablar más tranquilamente conmigo y aparece mi jefe sonriente, le ofrece la mano y le dice que le conoce de haber visto su foto en mi blog. Se nos quedó la cara blanca a los dos. A Álex porque no tenía ni idea de que yo tenía un blog y mucho menos que su foto aparecía en él (ya me encargué de borrarla para no ser repetitivos con el chico). A mí porque no tenía ni idea de que mi jefe leía mi blog (hola jefe! Te prometo que cuando me des mejores oficinas dejaré de actualizar mi blog en el trabajo!), y mucho menos hasta altas horas de la madrugada para repasárselo enterito, como me confesó. Si es que se lo merece, le dedico esta foto con tres copas a la vez (o debería decir con 3 copas de más?).


La tercera sorpresa llegó cuando mi jefe le pidió el currículum a Álex para entrar en la empresa con nosotros. Al final todos de acuerdo y tan contentos. Álex está encantado con todos y todos con Álex, que parecía un mono de feria haciéndose fotos con todo el mundo.


La cuarta sorpresa fue ver a Roxana, que como la pobre está de baja desde hace tiempo porque en cosa de un mes va a traer a pequeñuelo al mundo, no la veía desde hacía un par de meses. Se te echa de menos, Foxy! (en la foto Mon la primera, luego Roxana, la Croqueta y Sonia)


La quinta sorpresa fue el beso que le plantó el Cop a la Croqueta! Sin palabras! Kokóooo (sonidos guturales), se te ve feliz, feliz, feliz (más sonidos guturales).

Lo cierto es que disfruté mucho, me reí un montón, me llené de comida y de caipirinhas, eché de menos a nuestra Jackie, a Silvi, a Sergio y a Carlos A., y, para terminar la noche, nos fuimos los de siempre (Danny, Cop y yo) a Chueca, junto a los pobres nuevos, Sonia y Felipe, que no supieron decir que no (mentiraaa, estaban más animados que nosotros) y junto a un cajero del turno de noche, César T., que parece que se lo pasó mejor que nadie (como decía Jaime "total, para él esto es un pedo de mañana", en alusión a que este chico siempre duerme de día).


En resumen, muchas gracias por conseguir que vaya siempre animado al trabajo, por el buen ambiente y por el gran equipo que sois (ya somos). Me alegro mucho de estar con vosotros y espero estarlo mucho tiempo más. Siento haber bautizado el nombre de la empresa como "American Gayxpress", pero no quedaba otra.

Y ya me parezco a Víctor, pero estoy contando los días para la cena de navidad tan cool que se celebra siempre.