Hacer del lunes otro sábado

Qué gran razón tenía Paloma San Basilio. No siempre se puede conseguir, pero a veces surgen oportunidades como ésta. Ya lo explicaba en otro post hace meses, es lo bueno que te ofrece el verano, planes que en invierno... ni de coña. Además, con eso de que cada semana mis días libres varían, pues no viene mal un día de banco (como dicen algunos en mi empresa. Yo digo día de "Alcampo") y en pleno lunes de Agosto nos organizamos una excursión por los alrededores de Madrid.

Hora de la cita: 11:30

Hora real en la que nos vimos: 13:00

Motivos: muchos, salir el día de antes hasta tarde, médicos, bajas, etc.

Resultado: óptimo, fue un triple retraso así que nadie se podía enfadar.

Asitentes: Mon, Dani y yo (varios se rajaron).

Destino: no lo sabíamos, a decidir en el momento.

Con ayuda de varias llamadas de teléfono mientras dábamos vueltas a una rotonda (algo que tengo que quitarme como costumbre ya que mis amigos empiezan a odiarme por ello -no lo comenté en el anterior post, pero hicimos lo mismo varias veces antes de la fiesta hawaiana-) nos guiaron hacia la Laguna de San Juan, también llamada "La playa de Madrid". En el kit de viaje habíamos incluído bañadores, así que decidimos que era lo mejor (recordarme que saque la litrona de cerveza caliente del maletero, la otra se rompió en el mismo sitio. Recordarme también que retire la litrona rota. Recordame que saque las faldas hawaianas del maletero. En definitiva, recordarme que limpie el maletero algún día por si hay vida propia).

De camino pasamos por Chapinería. Y ahí mi mente empezó a recordar mi niñez, cuando visitaba a menudo el Safari Park y, sobretodo, la Granja Escuela "El Palomar", donde pasé varios veranos con nuevos amigos cada año y algunas semanas en invierno con el colegio (en 2º y en 6º de E.G.B.). Como Mon es una futura veterinaria y nunca había estado en una granja escuela y con mis ganas de ver cómo había cambiado aquello, nos decidimos a echar un vistazo. Nos recibieron amablemente y descubrí que continuaban trabajando los mismo monitores, que no habían cambiado nada después de 14 o 15 años. De hecho me recordaban a mí también! Aquí una foto con Chiqui y con Amelia, la de las gallinas. También aparece mi prometida (mentirijilla que le conté al viejillo que nos atendió en la entrada).

Nos dimos una vuelta y descubrimos que ahora han creado un mundo mágico para niños que ya me hubiese gustado tener a mí en su momento. Fue una experiencia única, un gran recuerdo. Nos quedamos con las ganas de hacer un fin de semana para adultos, pero, a nuestro pesar, ya no existe ese servicio.

Cuando salimos de allí la idea de pasar por el Safari Park la dejamos para otro día ya que la hora se nos pegaba al culo y queríamos bañarnos y tomar el sol. Así que en poco tiempo, y con apenas carteles orientativos, llegamos a nuestro destino final: la Laguna de San Juan. Menuda maravilla de sitio, ideal para pasar unas vacaciones, unas vistas preciosas, agua fresca, lanchas, barquitos, Camping de la Ardilla Roja -donde tenemos que dormir algún día en esos bungalows de madera-, restaurantes y mucho calor.

Nos dimos un buen chapuzón, tomamos el sol todo lo que quisimos (con factor 50 plus), comimos gracias a la rica ensalada de pasta que trajo Mon y bebimos el delicioso tinto de verano que hacían allí, dormimos la siesta e incluso nos tentó la idea de alquilar una lanchita o un hidropedal, pero era un poco tarde ya y el precio era alto para sólo tres personas.

Fue un gran día en el que lo pasamos genial, nos reímos un montón y disfrutamos del verano mientras los demás trabajaban y en el que caímos exhaustos en la cama, justo después de ver el último capítulo de la 3ª temporada de Queer as Folk (que es muy bueno) junto a Esti, que cocinó mientras nos duchábamos.

Aquí os dejo de nuevo más fotos. Espero que os gusten. Si aparece una pantalla gris encima sólo tenéis que presionar el icono "x" de la parte superior derecha y podréis disfrutarlas.

Continuaré esta semana con más planes del verano. Hasta entonces, gracias por seguir ahí.